El jueves 25 de julio de 2024 fue el arranque de una nueva era para el estado de Sinaloa. Distinguido por su producción agrícola y su turismo, pero también por ser la cuna de uno de los grupos delictivos más fuertes del mundo, el estado rompió lo que algunos politólogos y estudiosos de fenómenos sociales determinan como “pax narca”.
El especialista Ricardo Homs, definió este término en un artículo de opinión en El Universal como “la búsqueda de la disminución de la violencia a partir de que en cada región, -donde hoy se está viviendo una lucha violenta entre las bandas delictivas que pretenden el control de cada una de las plazas-, se logre la consolidación indiscutible de una de ellas como la líder y esto disminuya el alto índice de asesinatos y enfrentamientos violentos”.
Esta “calma chicha” se veía reflejada en prácticamente todas las estadísticas y datos de seguridad y economía...
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